No hay duda de que el brote de COVID-19 está afectando significativamente todos los aspectos de nuestra vida cotidiana. La industria de los restaurantes se ha visto especialmente afectada, ya que las operaciones cambian rápidamente del servicio de cena a pedidos para llevar y entregar.
Principios orientadores a tener en cuenta
Cuanto más interactúe una persona con otros individuos, y más prolongada sea esa interacción, mayor será el riesgo de propagación del COVID-19. Las mascarillas pueden reducir el riesgo de propagación del COVID-19 si los clientes y empleados las usan de manera constante, especialmente cuando resulta difícil mantener las medidas de distanciamiento social. El riesgo de propagación del COVID-19 aumenta en el entorno de restaurantes o bares a medida que se incrementa la interacción con otras personas a menos de 6 pies de distancia, como se describe a continuación. Las mascarillas pueden reducir el riesgo de propagación del COVID-19 cuando se las utiliza en cualquiera de estos escenarios de riesgo.
- El riesgo más bajo: el servicio de comida se limita a atención por ventanilla, entrega, comida para llevar y retiro en la acera.
- Más riesgo: se recomienda el servicio de atención por ventanilla, entrega, comida para llevar y retiro en la acera. El servicio de comida en el lugar se limita a brindar atención al aire libre. La capacidad en las áreas para sentarse debe reducirse de modo tal que las mesas estén separadas al menos 6 pies unas de otras.
- Riesgo más alto: posibilidad de comer en el lugar con una menor capacidad en las áreas interiores para sentarse de modo tal que las mesas tengan una separación de al menos 6 pies entre sí. Y/o capacidad de comer en el lugar con asientos al aire libre, pero con mesas que no tienen una separación de al menos seis pies entre sí.
- Mayor riesgo: posibilidad de comer en el lugar con asientos en interiores. La capacidad en las áreas para sentarse no está reducida y las mesas no están separadas al menos 6 pies unas de otras.
El COVID-19 se propaga principalmente cuando las personas están físicamente cerca (a menos de 6 pies de distancia) de una persona con COVID-19 o tienen contacto directo con esa persona. Cuando las personas con COVID-19 tosen, estornudan, cantan, hablan o respiran, producen gotitas respiratorias. Las infecciones ocurren principalmente a través de la exposición a gotitas respiratorias cuando una persona está en contacto cercano con alguien con COVID-19.
Existe evidencia de que, bajo ciertas condiciones, personas con COVID-19 podrían haber infectado a otras personas que se encontraban a más de 6 pies de distancia. A esto se denomina transmisión aérea. Estas transmisiones ocurrieron dentro de espacios cerrados con ventilación inadecuada. Los datos disponibles indican que es mucho más común que el virus que causa el COVID-19 se propague a través del contacto cercano con una persona con COVID-19 que mediante la transmisión por aire.
Las gotitas respiratorias también pueden depositarse sobre superficies y objetos. Es posible que una persona contraiga el COVID-19 al tocar una superficie u objeto que tenga el virus y luego tocarse la boca, la nariz o los ojos. No se cree que la propagación a través del contacto con superficies contaminadas sea una forma común de propagación del COVID-19.